Viajes y corazones a prueba de balas

Leo a Bambú y sus planes de viaje en bellas palabras, y la envidio. Yo decidí salir de viaje hace un año (parece mentira que haya pasado tanto tiempo), salir de mi yo interior y atreverme a cruzar los oceanos que me aislaban. En mi mapa solo existía una tierra firme mas allá, solo había un lugar al que quería ir. Y llegué y fue mejor de lo esperado, pero tuve que volver y al poco tiempo supe que se destruyeron los puentes. El mundo es grande, pero no hay ni un solo lugar que quiera conocer. Ella era mi Paraiso Perdido, mi Itaca. De Bambu no envidio el viaje, envidio las ganas de viajar.

Y mi corazón aparece en el punto de mira de un cruel francotirador...