miércoles, octubre 31, 2007

Sueño de la pareja perfecta

Mi mente no puede entender que exista mas belleza. Estan juntos. Cristina Rosenvinge y Nacho Vegas. Juntos. Cantando juntos, componiendo juntos. Llevandose bien y mirando al público desde arriba. Podrían pensar que son lo mas cool, pero de hecho son demasiado cool como para pensarlo. Los envidio.

¿Ella era mi pareja perfecta? Es un pregunta sin respuesta. Yo llevaba meses sintiendome como un Nacho Vegas de tercera división, con mis malas canciones y mis ganas de nada. Ella era una Cristina Rosenvinge de pelo negro que hizo chas y apareció a mi lado con una maleta llena de felicidad. Fui feliz, o mejor, me hizo sentir feliz. Bueno, en realidad no se lo que es la felicidad, pero si me preguntaran diría que es lo que sentía cuando aparecía en la hora bruja.

¿La quise? Como no querer algo que te hace tanto bien. Antes de amarla y desearla la quería. Tan diferentes y tan parecidos. Tan lejanos y al final tan cercanos. Mas mia que muchas cosas propias, ajena y libre hasta el final.

La amé. Fue un error del que no me arrepiento. Me arrepiento de no haber metido la pata hasta el fondo. De no haberle hecho entender lo que sentía. Ella dice que cuando algo no funciona simplemente no funciona, puede que tenga razón. O puede que solo quiera repartir culpas para que yo no me sienta tan culpable. Me dijo que sería normal que sintiera rencor hacia ella. Pero no puedo sentirlo. Solo siento rencor hacia mi. ¿Como sentir rencor por alguien que te ha hecho tan feliz? Se que puede que hubiera mas causas, pero no dejo de pensar que soy el principal sospechoso de una investigación cerrada.

Y mis sueños son unos cabrones. Siguen poniendola como princesa vestida de negro. Dormida a mi lado cuando despierto. Bella e infinita. Siguen poniendo un beso al final de un concierto. Ella y yo juntos en el escenario. Somos ZR y PH. Tan tristes a nuestra manera, tan felices de serlo. Miramos al público desde arriba.

Tuvimos nuestro Verano Fatal. Nos partió un rayo. Y ahora me he perdido.

viernes, octubre 19, 2007

Sacando la basura

El titulo de hoy no es un titulo nuevo. Supongo haber usado unas cuantas veces la expresión, puede que en el propio blog, seguro que a diario en mis pensamientos. El caso es que he escrito dos canciones en dos dias, tuve la absurda idea de que los titulos que uso en los post serian buenos titulos de canciones: "Canción a una sirena" y "Buscando a alguien que me empuje", asi como muchos de los anteriores, pero he empezado por el final.

Escribir canciones es algo que necesito, una forma de mirarme al ombligo y sentirme a la vez dios y una mierda, dejar hablar a una voz que me cuesta tener calladita. Pero le he cogido mucho miedo. Debiera significar sacar lo malo de mi, "sacar la basura", pero lo que consigo es meterla mas dentro. Cuando creé el otro blog, y escribi 10 canciones en un mes para llenarlo, acabé con ganas de volarme la tapa de los sesos. Ojala al decir esto estuviera interpretando a un personaje poco trabajado de una pelicula mala, pero no es asi.

He seguido las mismas consignas, dejarles tan solo una hora para hablar y luego a olvidar. Canciones express que nunca seran buenas, ni bonitas ni nada. Ni siquiera dicen lo que quisiera que dijeran, es quizás como una forma mas elaborada de escritura automática, simplemente las dejo salir, les abro la puerta. No me he ayudado de nada para estar mas cerca de mi mismo, es decir, estaba limpio... y sin embargo, llevo sintiendome mal toda la tarde y me da miedo que este sentimiento sea como una bola de nieve, como lo ha sido otras veces.

En lugar de sacar la basura parece que remueva el cieno. No se que hacer con ellas. Casi siempre las dejo huir, las he perdido casi todas... pero a veces me pregunto que sucede con las que se van, o las que no llegan a ser.

(Y no puedo dejar de envidiar a tantos tipos que sacan la basura con tanto talento, tipos como Damien Rice...)



(Y no se que hacer con las mias, borrarlas o dejarlas en ese depósito de cadaveres que es mi otro blog...)

martes, octubre 16, 2007

Canción a una Sirena


LLevo meses evitando escribir un post llamado "No sería buena una segunda parte". Voy esquivando las palabras que se lanzan como dardos a mi cabeza. Camino por las calles tapandome los oidos. No quiero oirlas, porque yo si querría una segunda parte, pero mi estupida sensatez sabe que nunca fueron buenas.

Preferiría vivir con esa lucida fantasía, pero soy incapaz. Me tira mas el pesimismo y el corazón roto. Sin embargo me descubro amarrandome a tristes casualidades como una canción.

Si ella lee esto podría pensar que traer aqui y ahora esta canción es un último intento desesperado. No lo es y puede que hasta me joda que no lo sea. Es la canción que escuchaba cada noche justo ahora hace un año, cuando mi corazón hacía aguas por todas partes antes del naufragio inminente. Una de mis canciones favoritas desde hace ¿8 años?¿Mas?. Hace un año ella se alejaba y yo soñaba con haber escrito esta canción, cantarsela y conseguir que volviera... Ayer me escribió un SMS preguntándome de quien era y que decía la letra. Los Heroes del Silencio la han usado para abrir sus conciertos. La letra me la se de memoria (casi sin fallos). Y la respuesta fue como si fueran mis propias palabras.

Hubiera preferido que fuera un último grito desesperado, de verdad. Pero no, ha tenido que ser una puta casualidad que me hace creer en conspiraciones cósmicas y en que el guión de la segunda parte ya ha empezado a rodarse. Odio estas putas coincidencias. Cuando vea a Bunbury le escupiré en la cara por elegir esta canción (con lo bien que me cae el muchacho...)

martes, octubre 02, 2007

Buscando a alguien que me empuje



Tenía que marcharme. Mi alrededor conformaba un microuniverso estático y petreo que me producía asfixia severa. He estado trabajando fuera. Lejos de casa, lejos de mis amigos, lejos de todo menos de mi cabeza. Esta última debí haberla dejado también atras.

He tratado de pensar lo menos posible, pero como siempre ha sido demasiado. Despues de un mes mis compañeros me preguntaban que estaba cambiado y serio. Y yo pensaba y pensaba. En ella, en Londres, en mañana. En mañana, en ella y en Londres. En Londres, en mañana y en ella...

Y estas tres cosas son como piezas de distintos puzzles. Tengo la sensación que no puedo hacer nada con ninguna de ellas.

Alli conocí a mucha gente. A gente que sabe hacer que le de igual todo. A gente que sabe arruinarse la vida sin ayuda de nadie. A gente que las ha pasado canutas y sabe seguir adelante. A gente a la que todo le sale redondo casi sin esfuerzo y se creen su mérito.

He conocido a una chica maravillosa, guapa, inteligente y noble pero carece de todo lo que de verdad me gusta de una chica. He conocido a un chaval que con poco podría ser House con todo lo malo de House y todo lo bueno de House.

Apenas me he bañado tres o cuatro veces en el mar. No me pregunteis porque.

He descubierto que mi guitarra ya no suena como antes, que no disfruto cantando y que relaciono demasiado ese pequeño talento con ella. Hubiera querido tocar y cantar solo para ella. Hubiera querido hacerla reir, abrazarla por las noches, llevarle el desayuno a la cama, hacerle el amor siempre, vivir con ella, protegerla, mimarla... y escribirle la canción mas bella del mundo. Sigo sin entender como puede hacerle sentir justo lo contrario. Sigo sin perdonarmelo.

Y ahora he vuelto. He vuelto al estatismo agobiante de antes. Ese que nace de mi cuando estoy en casa. A cada rato me acerco a los precipicios y contemplo los distintos futuros desde el borde. La libertad vuela sobre el mar en forma de gaviotas. Puedo hacer esto, puedo ser lo otro, puedo jugarmelo todo a una carta, puedo... y pienso tanto que no actuo. Necesito a alguien que me empuje, puede que no muy fuerte, tal vez baste con un empujoncito de nada. Pero ¿quien va a empujar al que siempre ha estado dando los empujones a todos?