Victorias de amargo sabor
¿Que puedo pensar cuando una voz tan autorizada como la suya me dice que siempre busco excusas para sentirme culpable o mal?
Solo puedo pensar que es verdad, que lleva toda la razón del mundo. Afrónte mi examen, ese examen mas existencial que real, y cuando menos lo merecía, cuando peor preparado lo llevaba, lo apruebo con la misma injusticia que lo había suspendido. Y la carrera esta acabada. Y ya no hay mas exámenes a la vista. Y he llegado a la última meta del único camino que me he empeñado en seguir, aunque fuera un camino de tristezas. Y no soy feliz.
No soy feliz porque por el camino perdí la confianza en mi mismo y las ganas de hacer cosas. Por el camino sacrifiqué alegrias y cambie de forma tan profunda que ya no me reconozco cuando me miro al espejo. Porque lo he recorrido con una lanza clavada en el costado, porque el corazón dejó de latir y tuve que seguir caminando. Y porque después de perder todas esas cosas lo único que quedó fue ese miserable camino. He gastado todas mis energias en llegar al final por una deuda mas hacia los demás que a mi mismo. Lo he recorrido arrepentido de seguirlo, sin querer ni creer en lo que hacía. Y al final estoy cansado, solo y en un lugar al que no quería llegar.
Una voz autorizada me dijo que buscara el futuro que quería pero yo solo quería su voz en mi futuro. Me había dado cuenta, como siempre, tarde. Y al final solo queda un regusto amargo en mis labios.